Di, Señor
Escuchad la voz de Dios llamando,
¿Quién irá por mí a trabajar?
¿Quién libertará a los perdidos?
¿Quién la senda estrecha mostrará?
Coro
Di, Señor, di Señor,
Di, y luego yo responderé;
Di, Señor, dime a mí,
Di, e iré doquiera, “heme aquí”.
Cuando el ángel al profeta puso
Un carbón prendido del altar,
“¿Quién irá por mí?”, la voz decía,
Contestó: “acudo a tu llamar”.
Ved, ahora miles que perecen
En tristeza, oíd a su clamor;
Vete, hermano, vete al socorro,
Dile: “Maestro, heme aquí, yo voy”.
Pronto pasa el tiempo de la siega,
Cuando en su celestial hogar:
De Jesús gocemos la mirada,
Oír su voz: “fiel siervo, ven acá”.