Nunca Me Dejara
He visto el fulgido rayo,
He oído el trueno rugir;
Las olas con bravo estallo,
Queríanme destruir;
Oí la voz de Cristo,
Que animo daba a mi ser,
Pues prometió no dejarme,
Nunca ausentarse de mí.
Coro
|| No me desamparara,
Ni me dejara,
Pues prometió no dejarme,
Nunca ausentarse de mí. ||
Por mí murió en el monte,
Por mí su sangre virtió,
Por mí abrió esa fuente,
Que libertad me dio.
Me espera allá en la gloria,
Sentado en majestad;
Y desde allá me promete,
Nunca ausentarse de mí.